Morata de Tajuña se ve envuelta en una batalla contra el ruido desde que AENA modificó las rutas aéreas de aproximación al aeropuerto de Barajas. Los aviones, que antes sobrevolaban la zona a mayor altura, ahora generan un estruendo constante que ha alterado la tranquilidad de los vecinos.
Un informe técnico del Ayuntamiento propone aumentar la altitud de aproximación a 1.000 pies para mitigar el ruido y la contaminación. Sin embargo, la decisión actual de AENA de mantener la altitud a solo 4.000 pies obliga a los aviones a utilizar sus motores a mayor potencia, intensificando el problema.
Las molestias se han intensificado en los últimos meses, según denuncian los vecinos. «Cada vez más frecuente y se les escucha más cerca de las casas«, afirman, reclamando la modificación del corredor aéreo para alejar los aviones de sus hogares.
AENA, por su parte, se ha comprometido a estudiar el informe que recoge la propuesta y las demandas vecinales. Sin embargo, los afectados exigen acciones concretas y soluciones definitivas que pongan fin a esta situación insostenible.
El ruido excesivo no solo perturba la paz de los vecinos, sino que también tiene un impacto negativo en su salud y bienestar. La exposición prolongada a altos niveles de ruido puede provocar estrés, ansiedad, problemas de sueño e incluso problemas auditivos.
Los residentes de Morata de Tajuña exigen que se les escuche y que se tomen las medidas necesarias para proteger su derecho a un medio ambiente saludable y una vida tranquila. Solo así se podrá poner fin a esta batalla contra el ruido y devolver la paz a este municipio madrileño.