Las rotondas desempeñan un papel fundamental en la organización y fluidez del tráfico en intersecciones complicadas. Aunque la primera rotonda registrada en España se construyó en 1976 en Palmanova, en el municipio de Calvià (Mallorca), no fue hasta la década de los 90 que se popularizaron en nuestro país. En la actualidad, es muy común encontrarse con una rotonda al ponernos al volante, por lo que deberíamos estar completamente familiarizados con su funcionamiento. Al menos, en teoría.
Sin embargo, esto no siempre es así. La Dirección General de Tráfico (DGT) afirma en sus publicaciones que muchos conductores todavía no saben cómo utilizar adecuadamente las rotondas. Los datos recopilados por este organismo dependiente del Ministerio del Interior son claros. Uno de cada tres conductores involucrados en accidentes en rotondas en 2022 estaba cometiendo una infracción.
La importancia de comprender las reglas de las rotondas
Tanto la DGT como la Guardia Civil recuerdan regularmente a los conductores, a través de las redes sociales, cómo deben circular en las rotondas para evitar comportamientos peligrosos. Además de la posibilidad de protagonizar un accidente en Paracuellos de Jarama, conducir de manera incorrecta en una rotonda puede resultar en multas de diversa cuantía. La sanción más alta podría suponer una multa de hasta 500 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir.
La regla general de prioridad
La norma general establece que los vehículos que circulan por una rotonda siempre tienen prioridad sobre los que van a incorporarse a ella. Esto lo dicta el artículo 57 del Reglamento General de Circulación (RGC). Sin embargo, en la práctica, esta norma tiene excepciones, como advierte la Guardia Civil en un mensaje publicado en su perfil oficial de Twitter.
Prioridad en caso de grupos de ciclistas en una rotonda
La Guardia Civil describe una situación en la cual los vehículos que circulan en el interior de una rotonda no tienen prioridad y deben ceder el paso a otros que se están incorporando. Este caso excepcional ocurre cuando un grupo de ciclistas circula en pelotón y el primero de ellos ya ha iniciado el cruce. La Guardia Civil explica que los vehículos que están en el interior de la rotonda deben esperar a que pase el último ciclista del pelotón antes de continuar su camino.
Protegiendo a los ciclistas
Este es uno de los casos en los que los conductores deben ceder el paso a los usuarios más vulnerables. Esto se establece en el artículo 64 del RGC sobre la prioridad de paso de los ciclistas. «Los conductores de bicicletas tienen prioridad de paso sobre los vehículos de motor cuando el vehículo de motor gira a la derecha o a la izquierda, en los casos permitidos, y hay un ciclista cerca».
Grupos de ciclistas en rotondas
La normativa también se profundiza en el caso específico de las rotondas al establecer que los ciclistas tienen prioridad de paso «cuando circulan en grupo, el primero ya ha iniciado el cruce o ha entrado en una rotonda». En esta situación, el grupo de ciclistas se considera como un solo vehículo imaginario, donde la parte delantera es el primer ciclista y la parte trasera es el último, como lo ilustra gráficamente la DGT en sus publicaciones.
Esperando la oportunidad segura
Sin embargo, es importante destacar que si el ciclista que va al frente del pelotón aún no ha ingresado a la rotonda, el grupo no tiene prioridad de paso. Solo pueden ingresar los ciclistas en una rotonda cuando el acceso sea seguro. La prioridad de paso recae en los vehículos que circulan en ese momento en el interior de la rotonda.
Ciclistas solitarios
De igual manera, cuando un ciclista circula solo, también debe detenerse y esperar a que sea seguro entrar a la rotonda. Una vez dentro de la rotonda, el ciclista tendrá prioridad de paso sobre los vehículos que se estén incorporando a ella debido a su condición de usuario vulnerable.
En resumen, conocer las reglas de prioridad para los ciclistas en las rotondas es fundamental para garantizar la seguridad vial. Especialmente cuando se trata de grupos de ciclistas, los conductores deben ser conscientes de cuándo ceder el paso y cuándo tienen derecho a avanzar. Al seguir estas pautas, podemos reducir los riesgos de accidentes y promover una convivencia segura en nuestras carreteras.
